22 sept 2013

¿Queda algún abertzale en el PNV?

 
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Autor: Borroka garaia da!
 
No hace mucho Eguiguren pedía a la izquierda abertzale que se despegara de un supuesto “nacionalismo sabiniano”. Sin embargo no han tardado mucho desde el PSE en abrazarse al partido de Sabino Arana y conformar un pacto.
 
Para Sabino Arana , la única patria de los vascos era Euzkadi. Para el PNV y el PSE, la única patria de los vascos debe ser España, ya que ninguno de estos dos partidos tiene nada que decir en cuanto a la legalidad española que así lo impone. Ni tampoco parece que se les vea especialmente preocupados por saber que opina la sociedad vasca sobre esta cuestión. No vaya a ser que realmente Euskal Herria si sea una nación y le de por aplicar el derecho de autodeterminación ya que decidir en libertad podría fragmentar a este país. Es mejor que las cosas se queden como están, ya que siendo todos españoles a la fuerza estamos muy compactos y amarrados.
 
Para el PNV y el PSOE lo importante es que la comunidad autónoma española de Euskadi crezca desde la pluralidad, el trabajo común y el acuerdo para de esta forma remontar la crisis. El lehendakari ha subrayado además que su propósito es extender este consenso a todas las instituciones y que esta alianza da respuesta a la necesidad y reclamación del País. No puedo estar más de acuerdo con esta última apreciación.
 
Este pacto da respuesta a la necesidad y reclamación del país. ¿Pero a qué país?.No me cabe ninguna duda que al estado español.
 
Y es que si el PNV estuviera una sola pizca más tranquilo en relación a la consecución de las libertades nacionales vascas estaría muerto. Si desde algún despacho oscuro de la capital del reino hubieran enviado un manual de como asimilar mediante el colaboracionismo al pueblo vasco, el PNV de Urkullu devolvería el manual por obsoleto. No existe una manera de hacerlo mejor que la que está impulsando el PNV para relajación del estado y para gozo de PSOE y PP. Para más inri, justo en el momento en que la crisis del estado español a todos los niveles es más aguda que nunca y donde producir una ruptura democrática es más sencillo aunque no sea fácil.
 
Y es que eso de remontar la crisis tiene que ser en referencia a ser un salvavidas político para el estado español, porque a estas alturas de la película que el PNV y el PSOE nos hablen de la crisis del capital como si fuera algo llovido del cielo tiene guasa. Todas las políticas económicas de estos dos partidos en las últimas décadas no han sido más que un acompañamiento del saqueo global del capitalismo para la defensa de los intereses de la clase burguesa. Nos mean y dicen que llueve.
 
Muchos afirman que el objetivo del PNV es el propio PNV, y si bien eso es cierto, lo que en realidad subyace de esta involución españolista que cada día se incrementa más es lo que aquellos barbudos decían de la lucha de clases como motor de la historia. En momentos de crisis el giro a la reacción de los defensores del capital es un hecho, esto produce que el PNV tienda a alinearse con la ofensiva más rabiosa de la historia del capitalismo. Y dado que en Euskal Herria la lucha de clases toma forma de liberación nacional, blanco y en botella.
 
Ahora bien, que tenga mucho cuidado este partido y otros. En Euskal Herria existe una fracción del espacio social relativamente amplio de la pequeña-burguesía (pequeños empresarios, comerciantes, pequeños propietarios..) que han sido el bloqueo social que ha causado un tapón que ha impedido desatar en toda su extensión las energías necesarias para nuestra emancipación. Porque en su esencia como clase y pese a que en algunos sectores contar con veleidades soberanistas o incluso izquierdistas o independentistas sienten vocación intermediadora, terror a quebrar con el orden impuesto (ruptura) y tendencia a vehiculizar la conflictividad social hasta neutralizarla.
 
El PNV puede que sea el que mejor ha sabido leer estos intereses integrándolos en su complejo, y UPN en cierta manera y desde otra perspectiva también.
 
Las contradicciones del capitalismo y que especialmente se pueden visualizar con mayor claridad en etapas como la crisis actual, si bien tienen consecuencias muy negativas que todos conocemos para la clase trabajadora vasca a través del ataque planificado del capital, también abre puertas de oportunidad y en el caso de Euskal Herria de una manera más intensa debido a que toca gradualmente a toda esa fracción social de la que hablamos en cierta manera proletarizando a la pequeña burguesía. O como algunos dicen haciendo desaparecer y perder influencia a la “clase media”.
 
Esto puede hacer que en un momento determinado si la clase trabajadora es capaz de radicalizarse y condicionar la ideología burguesa y españolista, integrar en su proyecto a bloques sociales que puedan haber servido de soporte a partidos como PNV. De lo contrario, puede ocurrir justo lo opuesto.
 
Precisamente por esta razón, ciertas prédicas de moderación, paz social, pragmatismo radical y no confrontación pueden afianzar y enquistar ese tapón social en vez de desgajarlo del aréa de influencia del capital y el autonomismo y vehiculizarlo hacia la ruptura. Única vía hacia la emancipación nacional y social.
 
Es por ello que el verdadero acuerdo fundamental a realizar es en el seno de la clase trabajadora vasca y sin partidismos, ya que eso será el ariete que pueda derribar los intereses de clase del capital que son a su vez los guardianes de la imposición nacional a Euskal Herria. En un doble carril de lucha nacional mediante la apertura de un proceso de soberanía de cara a la independencia y de otro social de cara al socialismo.